A Mario Vargas Llosa no le quedó un buen recuerdo de la única vez que aceptó sumarse a una película inspirada en una novela suya.
Fue en 1975, cuando escribió el guion y codirigió la primera adaptación para el cine de Pantaleón y las visitadoras.
“Aunque trabajé con mucho entusiasmo el resultado fue bastante catastrófico”, confesó años después sobre esa experiencia, filmada en República Dominicana (por las restricciones políticas que existían en ese momento en Perú) y con el español José Sacristán en el papel de Pantaleón..